50 años de evolución

No todos los días se cumplen 50 años, y menos si de evolución técnica y de motores se refiere. En este 2019 el mítico Seat 1430 cumple 50 años y Seat, que cumple 69 años, está de celebración.

No es para menos. Fue un coche que marcó una época por su diseño y polivalencia, llevado luego al extremo por su deportividad, no en vano hablamos de un coche que dejó el pabellón bien alto en el Rallye de Monte Carlo y en otros rallyes de reconocido prestigio. La clave es ese motor de cuatro cilindros en línea de 1.438 cc que tanto juego dio a Seat fue su polivalencia, lo que le hizo válido para varios modelos de la gama. Ahora, cincuenta años después, tiene un punto de coincidencia con otro motor que resulta igualmente polivalente, el 1.5 TSI de 150 CV, un ejemplo vigente de eficiencia entre los motores de combustión más modernos que le hace perfectamente válido para varios modelos de la gama Seat. De entre esos puntos de coincidencia a lo largo del tiempo, uno de los más curiosos es que el motor original “catorcetreinta” fue empleado hasta por ocho modelos diferentes, y este moderno 1,5 TSI de 150 CV lo emplean ahora el Arona, León, Ateca y Tarraco… y aún le queda mucha cuerda.

“Estamos hablando de esta unidad del 1430 que tenemos delante, que fue de las primeras y disponía de 70 CV, pues estamos hablando de un coche que Seat produjo en una cifra superior a las 250.000 unidades y que fue comercializado desde el año 1969 hasta 1974. Este coche representó el acceso de la clase media-alta a un vehículo de altas prestaciones, y sobre todo con una estética y una distinción importantes en las carreteras españolas”.

Seat puede presumir de una larga trayectoria en el desarrollo y fabricación de coches y se encuentra en su mejor momento tal y como indican las cifras de ventas a nivel mundial con la superación de todos los records establecidos previamente. Pero además, a diferencia de lo que hacen otros fabricantes, una de las facetas más hermosas y que mejor está haciendo Seat es el orgullo con el que pasea, expone y reivindica su historia, un legado en formato de museo rodante que Isidre López se encarga de cuidar para que no se olvide que Seat puso sobre ruedas al país y contribuyó de forma decisiva al progreso de España.