viernes. 19.04.2024

Han pasado 55 años desde que Honda diera el salto a la F1 en 1963. En el camino la marca ha recogido no pocas victorias, pero no ha sido fácil: esta es una aventura repleta de altibajos, obstáculos y lecciones. La principal: lo más importante siempre es seguir. Seguir insistiendo. Seguir creciendo. Seguir creyendo. No rendirse jamás..

Con la nueva temporada, el nuevo socio, Scuderia Toro Rosso, y el nuevo coche STR13 recién estrenados, ¿qué mejor momento para hacer un repaso a la historia de Honda en la Fórmula 1?

1963: EL INICIO DE UN NUEVO SUEÑO

Cuando el propio Soichiro Honda decidió entrar en competición, Honda aún era el fabricante de automóviles más joven de Japón y el primero en aventurarse en la Fórmula 1. Ganar una competición con un coche de fabricación propia era uno de los no pocos sueños de la infancia del fundador de la compañía y también uno de los no pocos sueños que cumplió. Tras dos años de peripecias para desarrollar el mítico  RA271,  el equipo por fin debutó con el RA271 en el GP Alemania de 1964 en Nürburgring, el circuito más difícil del calendario. Pintado de color marfil con un gran punto rojo símbolo del sol en la bandera nacional de Japón, el monoplaza pasó a la historia de la automoción.

1965: VENI VIDI VICI

La primera victoria no tardó en llegar. Era la última carrera de la temporada 1965: el Grand Prix de México. Tan sólo tres años después de presentar su primer monoplaza, y en la que era la duodécima carrera en F1 de Honda, el mítico piloto norteamericano Richie Ginther cruzó como un rayo la línea de meta al volante del Honda RA272. Fue un momento histórico: por primera vez un fabricante japonés ganaba un Gran Premio de Fórmula 1. Dicen que, de vuelta en la sede de Honda, Yoshio Nakamura, el manager del equipo de F1 en aquel momento, pronunció las palabras de Julio César, “Veni Vidi Vici”: Llegué, vi, vencí.

A este triunfo inicial le siguió el del Grand Prix de Italia de 1967, con John Surtees al volante. Sin embargo, pronto la desgracia forzó un cambio de rumbo.  Tras el fatal accidente que costó la vida al piloto Jo Schlesser en 1968, Honda se retiró de la competición. Aunque volvería.

1983-1992: LOS AÑOS DORADOS

Quince años más tarde, Honda regresó a la pista para volver a saborear el éxito como proveedor de motores de los equipos Spirit, Williams, Lotus, McLaren y Tyrell.  Fueron los mejores años de la marca en competición.

Un año después de su regreso, Honda conseguía su primera victoria de esta nueva etapa en el GP de Dallas de 1984 y Keke Rosberg se convertía en el primer piloto finlandés en ganar un campeonato del mundo.

Otra gran carrera para el recuerdo, entre muchas otras, fue el GP de San Marino de 1988, la primera de la legendaria alianza Honda-McLaren, cuando el equipo se apuntó un doblete mítico con las victorias de Alain Prost y Ayrton Senna, que ganó su primer campeonato mundial al volante del MP4-4. La historia ha querido, sin embargo, que recordemos esta fecha con una mezcla de admiración y tristeza: justo seis años después, el 1 de mayo de 1994, en el mismo circuito, Senna sufrió el accidente que le quitó la vida.  Pero antes de marcharse de este mundo, Senna marcó la historia de este deporte con las victorias de 1990 y 1991.

1998-2008: EL RENACER DEL EQUIPO

Honda desarrolló su propio motor de F1 en 1998, y en el 2000 se convirtió en proveedor del equipo British American Racing team (BAR). Después de que en 2004 los diez podios de Jenson Button colocaran al BAR-Honda en segunda posición en el Campeonato de Fabricantes, Honda adquirió el 45% del equipo, y se hizo con el 55% restante al año siguiente. En 2006, Button, la gran esperanza británica, consiguió su primera victoria para Lucky Strike-Honda en el circuito de Hungaroring. A pesar de la buena racha, sin embargo, en 2008 Honda se retiró de nuevo, esta vez debido a la presión de la crisis financiera.

2015: COMIENZA UN NUEVO RETO EN LA F1

En 2015, tras largos años de espera de los seguidores de la marca, Honda regresó por fin a la F1, y con una reedición de la alianza con McLaren que tantos éxitos había traído en el pasado. Pero la historia siempre sabe complicarse o, según como se mire, ponerse interesante. Esta vez la alianza no dio los frutos esperados, y al final de la temporada 2017 llegó a su fin. ¿Y ahora qué? Pues ahora a seguir luchando y apuntando alto, como siempre. Nuevo socio, nuevo coche. ¿Quién sabe qué depara el futuro al nuevo equipo?

55 años de viaje de Honda en la F1