jueves. 18.04.2024

Hace treinta y cinco años que la era del catalizador comenzó en Opel. En 1985, el Opel Ascona 1.8i fue el primer automóvil alemán con un convertidor catalítico desarrollado especialmente para el mercado europeo, en lugar de ser simplemente modificado para su exportación desde Estados Unidos.

El 7 de diciembre de 1984, el cuerpo de policía de Rhineland-Palatinate (Renania-Palatinado) recibió el primer Ascona 1.8i con catalizador de tres vías. El año siguiente, Opel introdujo catalizadores en toda su gama de modelos, desde los Corsa, Kadett y Ascona, a los Rekord, Monza y Senator. El fabricante alemán fue la primera marca europea en ofrecer catalizadores de tres vías de serie.

 

 

No todos los catalizadores son iguales

Los ingenieros de Opel eran conscientes de que las condiciones del tráfico europeo necesitaban la tecnología y la calidad adecuadas. Por lo tanto, desarrollaron un catalizador específico para las condiciones de conducción europeas -como hacían cuando se trataba de carrocería, suspensión, motores y frenos. Sin embargo, para Opel se trataba de algo más que instalar sin más un catalizador en el sistema de escape; la reducción de emisiones a través del convertidor supuso una operación complicada en los “órganos internos” del automóvil.

Comparado con un automóvil convencional, el diseño de un vehículo con catalizador requirió numerosas modificaciones. Por ejemplo, el convertidor irradiaba mucho calor cuando alcanzaba su temperatura de funcionamiento (600 grados Celsius). Por lo tanto, los componentes sensibles al calor y el habitáculo necesitaron la protección de escudos reflectantes.

Que el catalizador funcionara con la máxima eficiencia, requirió un sistema electrónico de preparación de mezclas y una multitud de controles, lo que a su vez hizo necesarias más modificaciones. Incluso el cuello del depósito de combustible fue rediseñado para evitar que los conductores llenasen por error el depósito con gasolina con plomo en lugar de sin plomo.

 

Ascona 1.8i, primer coche alemán con catalizador diseñado para Europa