Blitz, en la historia de los vehículos comerciales de Opel

El desarrollo de vehículos comerciales ha sido una constante en la historia de Opel. Ya en 1899, el Opel Patentmotorwagen System Lutzmann, primer automóvil de la marca, disponía de la versión Gescháftswagen (“Coche de los Negocios”) que, además de ser el único vehículo cubierto de esta gama inicial, estaba especialmente pensado para cubrir las necesidades de los profesionales.

Esta intuición inicial entraría en una nueva etapa con el lanzamiento, en 1925, de la versión furgoneta del Opel Laubfrosch, el primer vehículo alemán fabricado en serie, y la puesta en marcha del Proyecto Blitz, hace 90 años.

En 1930, Opel convocó un concurso en toda Alemania para escoger el nombre del nuevo camión ligero con motor de 4 cilindros y 2,6 litros que se lanzaría comercialmente el año siguiente. El primer premio consistía en un automóvil Opel 4/20 HP y el segundo en una motocicleta Opel Motoclub. Fue todo un éxito de convocatoria: 1.500.000 personas enviaron su propuesta.

El jurado terminaría eligiendo el nombre Blitz ("rayo"), que recuperaba la denominación de una bicicleta, la Victoria Blitz, fabricada por Opel exactamente 40 años antes. Un nombre y un emblema que terminarían entrando en la historia de la marca alemana como inspiración para su logotipo. De hecho, el relámpago del actual emblema de la marca imita la disposición de la denominación “Opel Blitz” o del rayo en el frontal de estos camiones.

El camión ligero Blitz conquistó una fama casi legendaria que duró hasta finales de los años 70, contribuyendo al desarrollo de la empresa. La demanda de este modelo, que se comercializaba en una gran variedad de batallas, creció de un modo tan rápido que Opel tuvo que construir, en 1935, una nueva fábrica en Brandemburgo en sólo 7 meses, para destinarla en exclusiva a los vehículos industriales, concretamente, al camión de entre 2 y 2,5 toneladas.

 

 

La Opelwerk Branderburg era un proyecto ambicioso: con una superficie de 850.000 m2, tuvo un coste equivalente a 63,5 millones de euros actuales y tenía capacidad para producir 25.000 vehículos anuales, es decir, 150 Opel Blitz diarios. Se fabricaron un total de 130.000 unidades de este modelo, lo que convirtió a Opel en el mayor fabricante de camiones de Alemania en los años 30.

En 1936, se sumó a la gama el Blitz S (de Standard), un camión de 3 toneladas equipado con el motor Admiral de 3.600 cm3. Este nuevo modelo cumplía la normativa del Ministerio de Tráfico alemán y podía circular campo a través. Además, estaba disponible en versiones con tracción integral (Blitz A) y semioruga, conocida con el nombre de Maultier, es decir, "mulo".

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, la producción se centró en el Opel Blitz 3.6 y tras el cese de las hostilidades, la planta se desmanteló. Sin embargo, esto no supuso un punto final para el Opel Blitz, que regresaría a la producción en Rüsselsheim, en 1946. El primer cliente de la Posguerra fue un empresario de Wiesbaden que pagó 6.600 marcos (3.394 euros, 16.785 euros teniendo en cuenta la inflación) por un Opel Blitz dotado de un motor de 6 cilindros en línea de 2.473 cm3 que desarrollaba una potencia de 55 CV. Era la misma mecánica que se utilizó en 1938 en el primer Opel Kapitan, pero con la posibilidad de funcionar con gasolina o gasógeno. El Opel Blitz fue una herramienta indispensable para la industria y los profesionales: sus ventas pasaron de 3.219 unidades en 1947 a 11.574 en 1949.

En 1952, se presentó el primer Opel Blitz diseñado en la Posguerra: una nueva versión de 1,9 toneladas, caracterizada por una línea más moderna y redondeada, inspirada en los pick-ups americanos de la época. Se produjeron 89.767 unidades de esta versión hasta 1960, dando origen a numerosos acabados especiales.

La siguiente renovación del Opel Blitz llegaría en 1960, con cabina avanzada y más espacio de carga, pese a ser más corto: un camión ligero de 1,9 toneladas disponible en 2 batallas (3.000 y 3.300 mm). Equipado con el motor del Kapitan con una cilindrada aumentada a 2.605 cm3 y una potencia de 70 CV llevada hasta los 80 CV, alcanzaba una velocidad de alrededor de 100 Km/h. También estaba disponible con un motor diésel de 2.100 cm3 y 60 CV, con tecnología Peugeot. Pronto incorporó el propulsor de 4 cilindros y 70 CV del Opel Rekord.

El Blitz de 1,9 toneladas siguió produciéndose hasta 1972, fecha en la que la fabricación de vehículos comerciales ligeros se trasladó de Rüsselsheim a las plantas de Bedford, en el Reino Unido, donde se produciría el Bedford Blitz hasta 1987. Este furgón se convertiría en un antecesor del Opel Vivaro-e al convertirse, en 1982, en el primer vehículo eléctrico construido sobre la plataforma de un automóvil con motor térmico.