Automoción

Mantenimiento preventivo del vehículo ¿Qué es importante revisar?

El mantenimiento preventivo es la mejor forma de ahorrar puesto que ello nos ayudará a alargar la vida útil de nuestro vehículo y evitar reparaciones más graves y costosas.

El mantenimiento preventivo es la mejor forma de ahorrar puesto que ello nos ayudará a alargar la vida útil de nuestro vehículo y evitar reparaciones más graves y costosas.

Los conductores nunca deberíamos olvidar la importancia de realizar un mantenimiento periódico de nuestro vehículo. De no hacerlo, los gastos podrían multiplicarse o directamente dejar nuestro coche inservible. El mantenimiento preventivo es la mejor forma de ahorrar puesto que ello nos ayudará a alargar la vida útil de nuestro vehículo y evitar reparaciones más graves y costosas. Nunca deberíamos ignorar un cambio de aceite a su debido tiempo o revisar el dibujo o presión de los neumáticos. 

Además, cabe tener en cuenta, que según estudios de la Dirección General de Tráfico (DGT), la mayoría de los accidentes de tráfico podrían haberse evitado si se hubiera llevado a cabo un correcto mantenimiento del coche. Es importante que confiemos en un profesional para realizar este mantenimiento básico periódico, pues nos garantizará que la revisión se ha realizado correctamente y nos podrá ayudar a encontrar indicadores de alguna avería, que cogida a tiempo será mucho más leve, y nos ahorrará dinero. Siempre que detectemos algo extraño en el funcionamiento del vehículo, lo recomendable es acudir a nuestro taller más cercano y realizar un chequeo de sus puntos vitales. 

En este sentido también es muy interesante conocer qué elementos de la mecánica del coche debemos inspeccionar puntualmente para llevar a cabo un mantenimiento preventivo: 

1.-Batería

La batería es la fuente de energía del vehículo, un elemento imprescindible que se encarga de que el motor y los sistemas eléctricos funcionen. Si su estado no es el adecuado, podría comprometer nuestra seguridad. Se estima que el 90% de los fallos de los coches se deben a deficiencias en el sistema eléctrico, y que aproximadamente el 40% corresponden a problemas de la batería, muchos de esos fallos se pueden prevenir si no nos olvidamos de darle un mantenimiento continuo y revisiones periódicas. Esto evitará que se descargue inesperadamente y alargará su tiempo de vida útil. 

2.-Luces

Los faros del vehículo nos permiten ver y ser vistos, por tanto es obligatorio mantener el sistema de iluminación y señalización en condiciones óptimas. Para ello, es conveniente comprobar mensualmente el buen funcionamiento de todas las luces (posición, cruce, carretera, freno, marcha atrás, intermitentes y antinieblas) y mantener su superficie exterior libre de barro y suciedad. Asimismo, siempre que se detecte alguna irregularidad (una bajada en la intensidad, por ejemplo) debe consultarse a un especialista. También debemos tener en cuenta el alineado de los faros, ya que una mala alineación puede provocar deslumbramientos a los conductores que circulan en sentido contrario.

3.-Filtros

Los filtros son cuatro: el filtro de aceite, el filtro de aire, el filtro de combustible y el filtro del habitáculo. Es importante que cada uno de ellos esté libre de suciedad y partículas para que el coche no sufra desgastes prematuros. son los encargados de evitar que lleguen todo tipo de impurezas al motor por lo que su buen estado es importantísimo para que cada uno de ellos realice su función en como es debido. Los filtros en mal estado pueden provocar desde averías en el motor hasta desagradables incomodidades en el interior del vehículo. 

Los fallos en los filtros son una fuente de problemas a evitar, por lo que una rápida y económica intervención nos evitará todos estos problemas.

4.-Frenos

El sistema de frenos es uno de los principales elementos de seguridad activa del vehículo. Junto a los neumáticos y los amortiguadores, los frenos completan el “Triángulo de seguridad”. Estos tres sistemas están estrechamente relacionados entres sí, de tal manera que el mal funcionamiento de uno de ellos también afecta al rendimiento de los otros. Para que el sistema de frenos funcione siempre de forma adecuada, es necesario mantener los discos y las pastillas en perfectas condiciones, ya que estos son materiales de fricción que se van desgastando con el uso y por ello requieren un mantenimiento y sustitución periódica. Si al conducir observamos síntomas como ruidos o vibraciones al frenar, que el pedal de freno se hunde, está muy duro o pierde capacidad de frenado recorriendo más distancia de lo normal deberíamos someter el vehículo a revisión lo antes posible.

5.-Neumáticos

El estado de los neumáticos influye en la conducción más que ningún otro elemento del coche puesto que es el único punto de contacto con el asfalto. Debemos llevar en cuenta que si los neumáticos no tienen el aire suficiente o la goma está desgastado, nuestra unión a la carretera es frágil. Se recomienda tener en cuenta la presión recomendada por el fabricante y ser hinchados por lo menos una vez al mes, y siempre antes de un viaje largo. Circular con la presión adecuada reduce el riesgo de dañarlos, aumenta su vida útil, y ahorra combustible. También es importantísimo comprobar con regularidad el desgaste y la profundidad. Para garantizar el máximo agarre y tracción, la profundidad del dibujo de los neumáticos no debe superar los 1,6 milímetros (límite legal establecido), siendo aconsejable su cambio cuando la profundidad sea inferior a 3 milímetros. 

 

 

 

 

6.-Amortiguadores

Los amortiguadores proporcionan confort en la conducción y representan una garantía de seguridad ya que ayudan a controlar el vehículo a altas velocidades y en situaciones de riesgo. De ellos depende la suspensión, encargada de absorber las irregularidades del suelo y de asegurar que los neumáticos estén siempre en contacto con el firme. Diversos factores afectan progresivamente a su correcto funcionamiento: el estado de la carretera, la carga del vehículo, el kilometraje así como el frío, el calor y la humedad. Por tanto, es importantísimo que se revisen puntualmente en un taller de confianza o en caso de observar cualquier alteración. Si éstos se encuentran desajustados, el coche no se adaptará bien al asfalto, lo que ocasionará que, en determinadas situaciones, los neumáticos pierdan el contacto con la carretera, provocando un desgaste prematuro o desigual del neumático y un menor agarre que haga la conducción insegura. 

7.-Correa de distribución

La correa de distribución es el elemento encargado de la sincronización de los 4 tiempos del motor (admisión, compresión, expansión y escape), la apertura y el cierre de las válvulas, así como con el encendido de las bujías en los motores de gasolina o la inyección en los motores diésel. Esta pieza merece especial atención por su importancia en el engranaje interno del motor, puesto que su mal funcionamiento puede generar un efecto dominó y afectar a otras partes del mismo. Además su rotura puede ocasionar una grave y cara avería en el motor. La mejor previsión es reponerla en base a los plazos aconsejados por el fabricante e incluso cambiarla preventivamente. La duración estimada de la correa de distribución está establecida en el libro de mantenimiento del coche, donde se recomienda un kilometraje máximo. 

8.-Lubricante

Los lubricantes minimizan el desgaste de las piezas del motor, canalizan las partículas metálicas surgidas de ese desgaste hacia el filtro, ayudan a la refrigeración y evitan diminutas fugas en el circuito por sus propiedades sellantes. Por tanto, además de sustituirlo cuando indique el fabricante (entre 5.000 y 30.000 kilómetros, según modelo), hay que revisar su nivel con frecuencia. Al menos una vez al mes y siempre antes de un viaje largo. Si el nivel es bajo lo más apropiado es acudir directamente al taller y pedir un cambio de aceite. Los vehículos más antiguos, por lo general consumen más lubricante de lo esperado, en este caso conviene hacer el cambio cada menos kilómetros.

9.-Refrigerante

El refrigerante cumple una misión fundamental entre los líquidos del coche: por un parte se encarga de evitar la congelación del agua del circuito y por otra de expulsar parte del calor que genera la combustión, por lo que evita un sobrecalentamiento peligroso. Un exceso de temperatura podría fundir los pistones e incluso desencadenar una peligrosa explosión interna. El refrigerante está compuesto, habitualmente, de agua destilada y anticongelante concentrado, que también se encarga de que el líquido no se congele y estropee el circuito en invierno. En resumen, el refrigerante debe tener una temperatura de ebullición muy alta y una temperatura de congelación baja, aparte de propiedades anticorrosivas y antiincrustantes. Conviene comprobar su nivel con regularidad y reponerlo cuando sea necesario.

10.-Limpiaparabrisas

El 90% de la información que necesitamos para conducir la recibimos a través de la vista, por tanto, es crucial tener una buena visibilidad mientras se conduce. No en vano muchos de los accidentes suceden con malas condiciones de visión y bajo condiciones atmosféricas adversas, por lo que es importante tenerlos limpios y mantener las gomas de las escobillas en perfecto estado. Las escobillas de los limpiaparabrisas son de goma, y por tanto los cambios bruscos de temperatura, las largas exposiciones al sol y el paso del tiempo juegan en su contra. Es normal que se deterioren, se deforme la goma o se endurezca el caucho y por ello desde Confortauto recomendamos el cambio de las escobillas cada 6 meses. Es un repuesto económico que nos garantizará la visibilidad que necesitamos para conducir con seguridad.

11.-Sistema de escape y catalizadores

El sistema de escape tiene una doble misión en el cuidado del medio ambiente: reducir las emisiones contaminantes y el ruido de los gases al salir del motor. Los elementos del sistema de escape son piezas que hay que cambiar periódicamente, una vez que presentan fatiga o deterioro en su funcionamiento. Si no lo hacemos a tiempo, nuestro vehículo además de no funcionar correctamente, consumirá más carburante y aumentará las emisiones de CO2. Es importante realizar una revisión regular de todos los componentes del sistema de escape de nuestro vehículo, ya que su buen funcionamiento repercutirá directamente en nuestra seguridad, en nuestro bolsillo y en el medio ambiente.