viernes. 29.03.2024

Jordi Ventura Manté, cinco veces Campeón de Cataluña de Rallyes y primer y único piloto catalán con títulos absolutos al volante de coches de los tres tipos de tracción, inició su camino hacia el más alto nivel al volante de un Ford Sierra RS Cosworth de grupo N, con matrícula GI-4535-Y, coche con el que consiguió el título catalán de 1991 después de haber acabado subcampeón el año anterior. En el global de las dos temporadas que lo utilizó, ganó 9 rallyes, hizo 3 segundas posiciones y el primer lugar en su categoría (Grupo N) un total de 13 veces. Un palmarés, como se puede comprobar, de lujo.
En realidad, este Sierra lo estrenó la señora Mari Sais, esposa del señor Robert Mercader; era su vehículo particular, el que usaba en el día a día. El año 1990, con el apoyo de la empresa Robert Mercader y del RACC, Jordi Ventura tenía la intención de participar en el Campeonato de España de Rallyes con un Ford Sierra RS Cosworth alquilado a Sport Garage, preparador francés situado en Saint-Étienne, pero todo cambió nada más empezar la temporada. Jordi Ventura lo explica...

EL COCHE ADECUADO EN EL MOMENTO ADECUADO
Hasta el año 1989 yo había corrido con un Renault 5 GT Turbo y tenía otro para los reconocimientos. Con el GT Turbo, copilotado por Enric Poyano, corrí el Volante RACC y la Copa Renault Catalana. Las campañas fueron muy bien, puesto que gané el Volante RACC de 1988 y fui subcampeón de la Copa Renault de 1989.
Ya que con el programa del Sierra tenía la intención de utilizar para los entrenamientos el mismo Renault 5 con el que entrenaba el año anterior, un día el señor Mercader me dijo: “¿y con que entrenarás? Pienso que entrenar con un GT Turbo y correr con un Sierra Cosworth no irá demasiado bien”.
R-5 GT TURBO POR FORD SIERRA RS COSWORTH
A los pocos días, me dice: “ven al despacho, tenemos que hablar”. Ya uno delante del otro, bien sentados, va y me dice: “he convencido a Mari para que hagáis un intercambio de coches, le das el Renault 5 GT Turbo y tú coges el Sierra Cosworth, así entrenarás mucho mejor”. Cómo se puede comprender el plan que me proponía Robert Mercader ¡no era nada malo! Aquel Sierra, totalmente de calle, fue mi muleto (coche de entrenamiento) en la primera prueba del año, el Rallye Sierra Morena, que se hacía a mitad de marzo.
Después de este Rallye de Córdoba se vio que por cuestiones de tiempo y de trabajo tenía que dejar de correr en España y hacerlo de nuevo en Cataluña. Entre reconocimientos y carrera estaba fuera más de una semana larga y el trabajo no se lo podía permitir.
Una vez decidido este cambio de planes, y para rescindir el contrato con Sport Garage y recuperar el dinero ya pagado, llegamos al acuerdo de que nos prepararían nuestro Sierra RS Cosworth en especificaciones máximas de grupo N, a lo que accedieron, y la verdad es que nos hicieron un coche muy competitivo. El primer rally que corrimos fue el Osona de 1990, Campeonato de España, donde acabamos segundos de grupo N y sextos absolutos. Mi copiloto era Joan Sureda y en el resto de la campaña conseguimos ganar los cinco rallyes que quedaban del campeonato, proclamándonos subcampeones de Cataluña y campeones de Grupo N. Josep Alsina ganó pero nos faltó muy poco para hacerlo nosotros, y eso habiendo hecho la mitad de carreras.

CAMPEONES DE CATALUÑA DE 1991
Un año más tarde atacamos el campeonato catalán desde el principio y nos proclamamos campeones absolutos. Creo que sumando las dos temporadas todavía tengo el récord de 8 victorias absolutas consecutivas en Cataluña. Ganamos de una tacada Lloret, Cales y Ebre, pero tuvimos problemas en Igualada y Santa Coloma de Farners. Pudimos recuperar el ritmo de los resultados ganando el grupo N en el Osona estatal y acabamos segundos detrás de Joan María Barrabeig y su potente M3 en el Empordà, 2000 Virajes y Berguedá, pero vencimos en el Hivern.
En realidad, el Critèrium Berguedá era el último rally de 1990 y nos jugábamos el campeonato los dos pilotos. Nosotros quedando entre los 10 primeros teníamos suficiente para ser campeones... Ante esta situación, el Sr. Mercader me dijo: “que revisen el coche al 100% para que no falle nada...”. El coche funcionó como un reloj suizo y en perspectivas de la siguiente temporada habíamos hecho motor, turbo, diferencial... ¡todo nuevo!
Con el título en el bolsillo y ya llegados a 1992 recibimos de una manera inesperada el apoyo de Garatge Internacional y pudimos utilizar un Lancia HF Integrale “Deltona”, mientras que el Sierra lo guardé en un almacén de Robert Mercader, sin ninguna intención de venderlo...

UN COCHE A LA VENTA... QUE NO SE VENDE
Muchos pilotos me lo querían comprar pero yo decía que no estaba a la venta... y el Sr. Mercader insistía: “¿por qué no lo vendemos? ¿nadie está interesado?”. Yo le decía que no... pero la verdad es que me lo guardaba por si un día me quedaba sin coche...
Después de un año y medio marché unos 10 días por trabajo a comprar materiales de construcción a Europa y al volver el Sierra ya no estaba... Le pregunté al Sr. Mercader... “y el Sierra, ¿donde está?”. ”Mira Jordi”, me respondió, “en casi dos años no lo has podido vender y yo en diez días lo he vendido a un tal Ramón Vila Subirós, de Sant Jaume de Llierca”. Así, repentinamente, se acabó mi historia con el Sierra, coche con el que, como se puede notar, tenía una relación muy especial.
Este nuevo propietario lo compró el mes de mayo de 1993 y ya corrió inmediatamente el Rallye Cales de Palafrugell. En total hizo cinco rallyes con el Sierra, hasta que lo vendió en marzo de 1998 a Juan Bautista Fernández, de Oviedo, piloto que más adelante lo vendió a otro asturiano, José María Castro. Pasó el tiempo y Castro lo vendió a un tercer asturiano, Titi Beteta, hasta que en septiembre de 2012 fue a parar a su penúltimo propietario, también de Asturias, que es a quien se lo compré yo.

DESCUBRIMIENTO SINGULAR EN ASTURIAS
El año 2018 hice de coche 0 en el Rallye Costa Brava, con un Peugeot 208 R5 de Josep Calm, y en la salida de Collsaplana unos chicos de Asturias me dicen: “oye, un amigo nuestro tiene tu Sierra...”. Me quedé interesado y veintiséis años después el GI-4535-Y volvió a dar vueltas en mi cabeza.
Después de varias consultas y viajes a Asturias, el 5 de agosto de 2019 lo compré a su último propietario, José Ramón Fernández... y el Sierra pudo volver así a casa, ¡después de 26 años! Si analizamos todo lo que he explicado, en estos 30 años que lleva como coche de carreras este Sierra GI-4535-Y habrá tenido ocho propietarios o conductores: Mari Sais, Jordi Ventura, Ramón Vila, Juan Bautista Fernández, José María Castro, Titi Beteta, José Ramón Fernández y de nuevo Jordi Ventura. Tenemos un coche de octava mano, pero que casi tanto la primera como la última propiedad es la misma, ¡la mía! ¡Y no pienso permitir que haya un noveno propietario!

El Sierra GI-4535-Y, que pasó por Asturias, vuelve a su primer propietario